LA RESURRECCION DE NUESTRO SALVADOR

20 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. 

Debemos de buscar al señor a primera hora de la mañana para encontrarlo, como dice la palabra quien busca hallara

2 Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. 

3 Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. 

4 Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 

Los tiempos están cerca debemos de apresurarnos a buscar al señor como nuestro salvador para la vida eterna.

5 Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. 

No podemos quedarnos solo a ver el culto o solo esperar que Dios nos toque o venga por nosotros, debemos buscar constantemente la presencia de Dios.

6 Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, 

7 y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. 

8 Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. 

Debemos creer en nuestro señor así no veamos su obra en nuestra vida, el prometió que estaría con nosotros hasta el fin del mundo y en lo que menos piensa lo estarás viendo obrando en ti. Para Dios nada es imposible

9 Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. 

10 Y volvieron los discípulos a los suyos.

“Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación.” 

Romanos 10:9-10